El impacto del cambio climático en la Isla de Ons

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Cómo proteger un paraíso que nos necesita

La Isla de Ons, en la entrada de la ría de Pontevedra, no es solo un destino bonito. Es un ecosistema vivo, frágil y valioso. Sus acantilados, sus bosques, sus playas de arena blanca y sus fondos marinos son parte de un equilibrio que se ha mantenido durante siglos… hasta ahora. El cambio climático ya está dejando su huella en este pequeño paraíso, y entenderlo es el primer paso para cuidarlo.

En este artículo te contamos cómo está afectando el calentamiento global a Ons, qué retos plantea y qué soluciones están en marcha —o deberían estarlo— para garantizar que esta joya natural siga latiendo fuerte en el futuro.

🌡️ Cambios que ya se notan: el clima empieza a alterar el ritmo de la isla

Los datos no mienten. En los últimos años, Ons está experimentando transformaciones que ya se perciben en su paisaje y en sus ciclos naturales.

Suben las temperaturas

Primaveras más calurosas y veranos más largos están alterando la vida en la isla. Las especies animales y vegetales autóctonas tienen que adaptarse a marchas forzadas, mientras que las invasoras encuentran condiciones cada vez más favorables para asentarse.

Llueve menos… pero más de golpe

El agua llega en forma de tormentas intensas que alternan con periodos secos más prolongados. Esta irregularidad provoca erosión, estrés hídrico en la vegetación y menos agua dulce disponible para quienes habitan o visitan la isla.

El mar gana terreno

Zonas como Area dos Cans o Melide ya muestran signos de retroceso de la costa. Las playas pierden arena, las dunas se desestabilizan y los hábitats costeros empiezan a cambiar… o a desaparecer.

🐦 Naturaleza en alerta: cómo responde Ons al calentamiento global

Los cambios climáticos no son solo una cuestión de estadísticas. Tienen rostro, plumas, raíces y conchas. Y ya están alterando la vida de muchas especies que habitan Ons.

Aves marinas desorientadas

Cormoranes moñudos y gaviotas patiamarillas, que anidan en la isla, están viendo alterados sus ciclos de reproducción. Las crías nacen en momentos menos propicios, y el alimento no siempre llega a tiempo.

Especies que desaparecen, otras que invaden

El aumento de temperatura y la pérdida de humedad favorecen a plantas foráneas que desplazan al brezo, la camariña o el tojo. Mientras tanto, algunas especies endémicas pierden terreno y dejan huecos difíciles de llenar.

El mar se vuelve más ácido

El exceso de CO₂ en la atmósfera no solo calienta el aire. También se disuelve en el agua, acidificando el océano y afectando a moluscos, crustáceos y praderas submarinas de sebadales, vitales para el equilibrio marino.

🔥 Más allá de la ecología: retos urgentes en la gestión de Ons

El cambio climático no afecta solo a las plantas y los animales. También plantea desafíos muy concretos para quienes gestionan, visitan o trabajan en la isla.

Turismo en temporada crítica

En verano, la isla se llena de visitantes. Si a eso sumamos altas temperaturas y sequía, el riesgo de incendios, saturación de senderos y presión sobre los recursos se dispara.

Agua, ese bien escaso

Ons no tiene ríos ni manantiales permanentes. Todo el abastecimiento depende de lo que se recoge cuando llueve. Con las sequías más frecuentes, la autonomía hídrica se reduce y el consumo turístico se convierte en un problema real.

Infraestructuras que deben adaptarse

Desde el camping hasta el muelle o los puntos de información, todo necesita estar preparado para un clima más extremo. Nuevos materiales, sistemas de ahorro energético y planificación pensada para un futuro cambiante son clave.

🌱 Lo que ya se está haciendo… y lo que aún falta por hacer

La buena noticia es que no estamos de brazos cruzados. Ya hay medidas en marcha para cuidar de Ons. Pero necesitamos hacer más, y hacerlo juntos.

Control del acceso: menos gente, más calidad

El sistema de aforo limitado con permiso obligatorio ayuda a mantener el equilibrio entre conservación y disfrute. Además, las campañas informativas fomentan un turismo más consciente.

Ciencia y vigilancia activa

Universidades y centros de investigación colaboran con el Parque Nacional para monitorizar especies, suelos y clima, y adaptar las decisiones a los datos reales.

Restauración y limpieza

Se han llevado a cabo campañas de eliminación de especies invasoras como el eucalipto, y se trabaja para recuperar las dunas y los bosques atlánticos autóctonos.

Educación ambiental: sembrar conciencia

Talleres, rutas interpretativas y exposiciones ayudan a los visitantes a comprender la fragilidad de la isla y su valor ecológico. Porque lo que se conoce, se cuida.

🛠️ Qué más podemos (y debemos) hacer

Aquí algunas propuestas clave para reforzar la resiliencia climática de Ons:

  • Mejorar la recogida y uso del agua de lluvia, con sistemas más eficientes y sostenibles.
  • Reducir la huella de carbono de los servicios turísticos, promoviendo energías renovables y transporte marítimo menos contaminante.
  • Establecer zonas de descanso ecológico, cerradas temporalmente para que los hábitats se regeneren.
  • Impulsar la investigación aplicada sobre cómo adaptarse al cambio climático en islas atlánticas.
  • Involucrar a la ciudadanía con voluntariado ambiental y programas de ciencia participativa.

🌊 Cuidar Ons es cuidar lo que somos

Ons no es solo una isla. Es parte de la identidad gallega. Es un refugio para especies que no tienen otro lugar donde vivir. Es un rincón donde el mar, el viento y la tierra aún se entienden sin interferencias.

El cambio climático ya está aquí, pero también está nuestra capacidad de actuar. Cada gesto —pequeño o grande— suma. Desde apagar una luz innecesaria hasta recoger tu basura al visitar, todo cuenta cuando hablamos de proteger un lugar como Ons.

Porque si queremos que las próximas generaciones puedan seguir caminando por sus senderos, bañándose en sus playas y escuchando sus silencios, tenemos que ser parte de la solución. El tiempo de actuar es ahora. Y la isla, nos está esperando.

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