Cómo afecta el cambio climático a la Isla de Ons

Playa de Fontiñas en Ons

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La Isla de Ons, situada en la ría de Pontevedra y parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, es un enclave natural de gran valor ecológico, cultural y turístico. Su riqueza en biodiversidad, sus acantilados imponentes, sus playas vírgenes y su peculiar población residente la convierten en un lugar único en el Atlántico europeo. Sin embargo, este paraíso enfrenta una amenaza creciente: el cambio climático. El aumento global de las temperaturas, la subida del nivel del mar, la alteración de los ecosistemas y los fenómenos meteorológicos extremos están transformando poco a poco la realidad de la isla.

El aumento del nivel del mar y la erosión costera en Ons

Uno de los impactos más visibles del cambio climático en la Isla de Ons es la subida del nivel del mar. Este fenómeno amenaza especialmente las playas más conocidas, como Melide, Area dos Cans o Canexol.

La erosión costera ha comenzado a modificar la línea litoral de manera progresiva:

  • Pérdida de superficie arenosa: las mareas más fuertes y los temporales atlánticos desplazan la arena hacia zonas profundas, reduciendo el espacio de las playas.
  • Afectación de sistemas dunares: las dunas, que actúan como protección natural frente al oleaje, se degradan rápidamente, poniendo en peligro la vegetación autóctona que evita su desaparición.
  • Mayor vulnerabilidad a temporales: los inviernos muestran cada vez tormentas más intensas que golpean los acantilados y desgastan las formaciones rocosas, generando desprendimientos y alteraciones paisajísticas.

Si la tendencia de subida del mar continúa, algunas playas podrían perder gran parte de su superficie en las próximas décadas, lo que no solo afecta al paisaje, sino también al atractivo turístico del archipiélago.

El calentamiento de las aguas y los ecosistemas marinos

El aumento de la temperatura del agua es otro factor clave que influye en el futuro de la Isla de Ons. Este fenómeno altera profundamente los ecosistemas marinos que rodean la isla:

  • Desplazamiento de especies autóctonas: peces y mariscos típicos de la ría, como los pulpos, mejillones y percebes, ven afectado su ciclo vital y su reproducción.
  • Aparición de especies invasoras: aguas más cálidas facilitan la llegada de organismos que compiten con los locales, como algas foráneas que alteran los fondos marinos.
  • Impacto en la economía local: la Isla de Ons mantiene una comunidad de residentes que vive del marisqueo y la pesca artesanal. La disminución de especies tradicionales supone una amenaza directa para su sustento.
  • Cambio en las praderas submarinas: ecosistemas de gran valor ecológico, como los fondos de algas marinas, se ven debilitados por las modificaciones de temperatura y salinidad.

El mar que rodea Ons, tradicionalmente frío y rico en nutrientes, está experimentando cambios que ponen en riesgo tanto la biodiversidad como la economía local.

Impacto en la biodiversidad terrestre de la Isla de Ons

La flora y fauna terrestre de la Isla de Ons también sufre las consecuencias del cambio climático.

  • Vegetación autóctona en peligro: especies adaptadas al clima atlántico húmedo, como los brezales o los pinos costeros, se ven amenazadas por periodos de sequía cada vez más prolongados.
  • Mayor riesgo de incendios forestales: el incremento de las temperaturas y la falta de lluvias incrementan la probabilidad de fuegos que podrían devastar grandes áreas naturales.
  • Aves marinas vulnerables: Ons es un punto clave para la nidificación de aves como la gaviota patiamarilla o el cormorán moñudo. Los cambios en la disponibilidad de alimento y en las corrientes marinas afectan directamente a sus poblaciones.
  • Pérdida de hábitats: zonas de dunas, prados y pequeños humedales, fundamentales para numerosas especies, se ven reducidas por la acción del mar y la sequía.

La Isla de Ons es un refugio natural donde cada elemento está interconectado. Cualquier alteración del equilibrio climático repercute de manera directa en su biodiversidad.

El agua dulce: un recurso cada vez más escaso en Ons

La Isla de Ons cuenta con muy pocos recursos hídricos naturales, limitados a manantiales y pequeños depósitos. El cambio climático agrava esta escasez:

  • Reducción de precipitaciones: los periodos de sequía más largos afectan la recarga de acuíferos.
  • Mayor presión turística en verano: la demanda de agua aumenta justo en la época más seca, lo que pone en riesgo el suministro.
  • Estrés hídrico en la flora y fauna: la falta de agua afecta directamente al crecimiento de plantas autóctonas y a la supervivencia de especies animales que dependen de fuentes naturales.

La gestión sostenible de este recurso es una prioridad para garantizar la convivencia entre turismo, biodiversidad y población local.

Turismo y cambio climático en la Isla de Ons

La Isla de Ons recibe miles de visitantes cada año, especialmente en verano. El cambio climático influye directamente en la experiencia turística:

  • Reducción del atractivo de las playas: la pérdida de arena disminuye el espacio disponible para los bañistas.
  • Condiciones meteorológicas imprevisibles: cambios repentinos de tiempo, lluvias inesperadas o nieblas intensas afectan la planificación de excursiones.
  • Restricciones ambientales: para proteger la biodiversidad, se incrementan las limitaciones de acceso o de actividades, lo que modifica la experiencia de los visitantes.
  • Mayor riesgo de incendios: en temporadas secas, las autoridades refuerzan la vigilancia y aplican normas estrictas para reducir riesgos.

El turismo en Ons debe adaptarse a un modelo más sostenible que permita reducir la huella ecológica en un entorno cada vez más frágil.

Resiliencia y estrategias de conservación en la Isla de Ons

El Parque Nacional Marítimo-Terrestre trabaja en diversas líneas para minimizar el impacto del cambio climático en Ons:

  • Control de visitantes: limitación de accesos diarios para reducir la presión humana sobre los ecosistemas.
  • Protección de dunas y playas: instalación de pasarelas de madera y señalización para evitar el deterioro.
  • Investigación científica constante: programas de seguimiento de especies terrestres y marinas para evaluar los efectos del cambio climático.
  • Educación ambiental: actividades dirigidas a turistas y residentes para promover la responsabilidad en el cuidado del entorno.
  • Fomento del turismo responsable: campañas que incentivan el uso de materiales reutilizables, la reducción de residuos y el respeto a la normativa del Parque Nacional.

Estas medidas son esenciales para que Ons pueda resistir los efectos de un clima cambiante.

El papel del visitante en la lucha contra el cambio climático

Cada persona que pisa la Isla de Ons tiene un papel fundamental en su conservación. Algunas prácticas recomendadas son:

  1. Respetar los senderos señalizados para evitar la degradación de dunas y vegetación.
  2. No dejar residuos, llevando de regreso toda la basura generada.
  3. Usar recipientes reutilizables en lugar de plásticos de un solo uso.
  4. Reducir el consumo de agua en el camping y áreas comunes.
  5. Mantener silencio y respeto por la fauna, especialmente en zonas de anidación de aves.

El compromiso individual contribuye de manera directa a la protección del archipiélago.

Un futuro incierto para un tesoro del Atlántico

La Isla de Ons es mucho más que un destino turístico: es un símbolo del patrimonio natural y cultural gallego. Sin embargo, el cambio climático amenaza con transformar radicalmente su equilibrio ecológico. La erosión de sus playas, la pérdida de biodiversidad, la escasez de agua y la presión de fenómenos extremos plantean un futuro incierto.

Afrontar estos desafíos requiere de una acción conjunta entre administraciones, científicos, residentes, turistas y sociedad en general. Solo con un compromiso firme será posible preservar este tesoro atlántico para las generaciones futuras.

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