La Isla de Ons, puerta natural de la Ría de Pontevedra y parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia, es un lugar donde el tiempo adquiere un ritmo diferente. Pasar un día completo en la Isla de Ons significa adentrarse en un mundo de playas vírgenes, senderos que bordean acantilados, tradiciones marineras y naturaleza intacta. A continuación, presentamos un recorrido detallado que permite experimentar la esencia de esta joya atlántica desde la llegada hasta el regreso.
Llegada a la Isla de Ons: primeras impresiones
El día comienza con la travesía en barco desde los puertos autorizados —Bueu, Portonovo, Sanxenxo o Vigo—. El viaje dura entre 40 y 60 minutos y ofrece vistas panorámicas de la ría y de la costa gallega. A medida que la embarcación se acerca a Ons, el perfil de sus acantilados y playas se hace más nítido: casas blancas dispersas, un puerto pequeño y una vegetación verde intensa que contrasta con el azul del Atlántico.
Al desembarcar en el muelle de O Curro, la calma del lugar envuelve a los visitantes. En este punto se encuentra la oficina de información del Parque Nacional, donde se pueden recoger mapas y consultar las rutas disponibles para planificar la jornada.
Mañana de senderismo: descubriendo los paisajes de Ons
Una de las mejores maneras de empezar el día es recorrer alguno de los senderos señalizados. La isla cuenta con cuatro rutas principales:
- Ruta Sur (6,2 km): conduce al famoso Buraco do Inferno y a la Punta do Centolo, con acantilados imponentes y vistas al mar abierto.
- Ruta Norte (8,1 km): atraviesa paisajes menos transitados hasta Punta Liñeiros y Punta do Xuvenco, ideales para observar aves marinas.
- Ruta del Faro (4 km): asciende hasta el Faro de Ons, desde donde se obtienen las vistas más completas del archipiélago.
- Ruta del Castelo (3 km): un recorrido más corto que muestra la parte más histórica de la isla y su contacto con el mar.
El Buraco do Inferno: leyenda y naturaleza
Uno de los puntos más emblemáticos de la Ruta Sur es el Buraco do Inferno, una cavidad natural en el acantilado por donde el mar penetra con fuerza creando un estruendo característico. Según la tradición oral, aquí se escuchan los lamentos de las almas, aunque en realidad es el eco del oleaje. Este mirador ofrece una de las experiencias más impactantes de la isla y permite apreciar la fuerza del Atlántico en estado puro.
El Faro de Ons: vigía del Atlántico
En el punto más alto se alza el Faro de Ons, construido en el siglo XIX. Desde su entorno se divisan las Islas Cíes, Sálvora y el horizonte atlántico. Este es un lugar ideal para descansar tras la caminata, tomar fotografías panorámicas y observar aves planeadoras que aprovechan las corrientes ascendentes.
Mediodía: gastronomía marinera en el pueblo de Ons
Tras la caminata matinal, el apetito invita a descubrir la gastronomía local. En el pequeño núcleo de O Curro se concentran restaurantes familiares que ofrecen platos tradicionales elaborados con productos frescos del mar:
- Pulpo á feira: preparado al estilo gallego con pimentón y aceite de oliva.
- Caldeiradas de pescado: guisos marineros con sabor auténtico.
- Mariscos locales: mejillones, navajas y percebes recogidos en las costas cercanas.
Comer en Ons es una experiencia que conecta con la vida de sus habitantes, que han mantenido durante generaciones una relación íntima con el mar.
Tarde de playas y descanso
Después de la comida, es el momento perfecto para relajarse en alguna de las playas de Ons. Entre las más destacadas:
- Playa de Melide: una de las más vírgenes, situada al norte de la isla. Su arena blanca y aguas cristalinas la convierten en un lugar perfecto para desconectar.
- Playa de Area dos Cans: cercana al puerto, ideal para familias y con aguas más tranquilas.
- Playa de Canexol: menos concurrida, con vistas al horizonte atlántico y perfecta para tomar el sol en calma.
Estas playas carecen de servicios masivos, por lo que se recomienda llevar agua y protección solar. El baño es seguro en las zonas indicadas, pero siempre conviene respetar las corrientes y señalizaciones.
Descubriendo la vida local: tradiciones y sostenibilidad
La Isla de Ons no es solo naturaleza; también es hogar de una pequeña comunidad que conserva tradiciones ancestrales. Los visitantes pueden observar las casas marineras con huertos y aprender sobre prácticas sostenibles como la pesca artesanal y el respeto a los recursos naturales.
El Parque Nacional promueve la conservación del entorno y regula las actividades para minimizar el impacto humano. Respetar las normas, no dejar basura y no salirse de los senderos son gestos básicos para mantener intacto este paraíso.
Atardecer en los acantilados: el broche perfecto
El final del día en Ons se vive mejor desde uno de sus miradores naturales. El atardecer tiñe de tonos dorados y rojizos los acantilados de la Punta do Centolo o el entorno del Faro de Ons, creando un paisaje inolvidable. Es el momento ideal para reflexionar sobre la experiencia vivida y tomar las últimas fotografías antes del regreso.
Avistamiento de fauna al atardecer
A esa hora es más fácil ver aves marinas regresando a sus nidos y, con algo de suerte, algún delfín en las aguas cercanas. Llevar unos prismáticos ligeros puede enriquecer este espectáculo natural.
Regreso al continente: despedida de la Isla de Ons
Los barcos de regreso parten del muelle de O Curro siguiendo horarios establecidos. Es importante llegar con tiempo para embarcar sin prisas. Durante la travesía de vuelta, la luz del atardecer sobre la ría ofrece una perspectiva diferente de Ons, una imagen que queda grabada en la memoria de quienes la visitan.
Consejos prácticos para aprovechar un día en la Isla de Ons
- Solicitar autorización previa en temporada alta para garantizar el acceso.
- Planificar las rutas según el tiempo disponible y la condición física.
- Llevar calzado cómodo y protección solar.
- Respetar las normas del Parque Nacional para contribuir a la conservación del entorno.
- Reservar con antelación el barco de ida y vuelta para evitar contratiempos.
Un día completo para vivir la esencia de Ons
Pasar un día en la Isla de Ons es sumergirse en un entorno donde naturaleza y tradición conviven en equilibrio. Desde la llegada en barco hasta el atardecer en los acantilados, cada momento ofrece una experiencia única. Caminar por sus senderos, degustar su gastronomía marinera, descansar en sus playas y contemplar la vida salvaje son actividades que permiten comprender por qué Ons es un destino imprescindible en Galicia.