La Isla de Ons, corazón del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia, esconde tras la puesta de sol una faceta salvaje y fascinante que permanece invisible a plena luz del día. Cuando el último rayo de sol se funde con el Atlántico y los visitantes se refugian en sus tiendas o alojamientos, la fauna nocturna en la Isla de Ons despierta con fuerza y discreción, llenando la noche de vida, sonidos y movimientos apenas perceptibles para quien no sabe mirar.
El murmullo de la noche: el canto ancestral del chotacabras europeo
Uno de los sonidos más característicos del crepúsculo en Ons es el trino continuo y envolvente del chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus), un ave de hábitos estrictamente nocturnos que encuentra refugio entre los brezales y claros del monte insular. Su plumaje mimético lo hace casi imposible de ver, pero su canto se convierte en banda sonora de las caminatas nocturnas por los senderos de la isla.
Habitualmente permanece posado en el suelo o sobre ramas bajas, con los ojos grandes y adaptados a la visión nocturna. A diferencia de otras aves, el chotacabras no construye nido: pone sus huevos directamente sobre la tierra, confiando en el camuflaje. Su dieta se basa en insectos voladores, que caza al vuelo con gran precisión, guiado únicamente por el sonido y la silueta.
Murciélagos en acción: guardianes alados del ecosistema
Al caer la noche, diversos murciélagos autóctonos surcan los cielos de la Isla de Ons, cumpliendo un rol ecológico vital: el control natural de insectos. Especies como el murciélago hortelano pardo (Eptesicus serotinus) o el murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) utilizan ecolocalización para navegar en la oscuridad y localizar presas diminutas, como mosquitos y polillas.
La mayoría habita grietas naturales en las formaciones rocosas, huecos de árboles o incluso estructuras abandonadas. En noches sin luna, su actividad se incrementa, lo que convierte a la isla en un auténtico santuario de la biodiversidad nocturna. Su presencia indica buena salud ecológica y equilibrio entre las especies.
Anfibios y reptiles: habitantes sigilosos entre charcas y piedras
En los rincones húmedos, especialmente cerca de zonas de sombra o acumulaciones de agua, se activan anfibios como el sapo común (Bufo bufo) o la rana patilarga gallega (Rana iberica), especie endémica que habita varios puntos de las Rías Baixas y que puede encontrarse en Ons.
Estos animales emergen al amparo de la humedad nocturna para cazar pequeños invertebrados. Su actividad es fundamental para mantener a raya poblaciones de insectos, al tiempo que ellos mismos forman parte de la cadena alimenticia nocturna, siendo presa de aves y reptiles. También es frecuente ver al lagarto ocelado buscando refugio para pasar la noche tras un día de termorregulación al sol.
Invertebrados protagonistas: escarabajos, luciérnagas y polillas
La noche en la isla es el reino de los invertebrados nocturnos. Las luciérnagas gallegas ofrecen un espectáculo silencioso y mágico en las laderas herbosas en temporada estival. Su bioluminiscencia es parte del cortejo, en el que las hembras permanecen quietas y emiten luz para atraer a los machos.
También destacan las grandes polillas nocturnas, algunas con alas de más de 10 centímetros de envergadura, y los escarabajos corredores, que se desplazan velozmente por el suelo en busca de presas más pequeñas. Al acercarnos con linterna de luz roja y caminar en silencio, podemos ser testigos de este movimiento constante que ocurre a nuestros pies sin ser advertido.
Erizos, ratones de campo y otros pequeños mamíferos nocturnos
La presencia de mamíferos nocturnos en Ons es discreta pero activa. Entre la vegetación y los senderos menos transitados, es posible avistar o escuchar el crujido de hojas que delata a los erizos comunes en busca de insectos, huevos o frutas caídas. Aunque son animales tímidos, a veces se les puede ver cruzando caminos a primera hora de la noche.
Igualmente comunes pero aún más esquivos son los ratones de campo (Apodemus sylvaticus), que encuentran alimento entre restos vegetales y semillas. Su actividad es crucial para la dispersión de especies vegetales autóctonas, ya que transportan y entierran semillas que luego germinan.
El canto del búho: señores silenciosos del cielo gallego
Aunque en Ons la densidad forestal no es muy alta, se han reportado avistamientos esporádicos de búhos reales (Bubo bubo) y más frecuentemente del mochuelo europeo (Athene noctua), que emite un característico canto repetitivo desde zonas rocosas.
Estas aves rapaces cazan al acecho, con una precisión sorprendente y un vuelo absolutamente silencioso. Su dieta se compone de pequeños roedores, insectos y, ocasionalmente, lagartijas o aves. Un encuentro con estas especies en libertad, aunque escaso, deja una impresión imborrable por su porte y su aura de misterio.
Observación responsable: cómo disfrutar sin alterar el entorno
Para experimentar la fauna nocturna en la Isla de Ons sin interferir en su comportamiento natural, es fundamental adoptar una actitud respetuosa:
- Utilizar linternas de luz roja, que no afectan la visión nocturna de los animales.
- Evitar el uso de flash fotográfico o ruidos fuertes que puedan asustar o desorientar a las especies.
- No tocar, alimentar ni perturbar a los animales en movimiento.
- Caminar en grupos reducidos, sin salirse de los senderos marcados.
Al mantener estos principios, no solo contribuimos a la conservación del hábitat, sino que también aseguramos una experiencia más auténtica y enriquecedora.
La noche como escenario de la biodiversidad insular
La Isla de Ons, lejos de dormirse al anochecer, cambia de ritmo y de habitantes. Las especies que habitan sus noches son esenciales para la salud del ecosistema, y su observación revela una faceta profunda y desconocida de este enclave atlántico. Nos invita a afinar los sentidos, a caminar más despacio, a mirar más allá de lo evidente.
Explorar la fauna nocturna de Ons es también una forma de reconciliarnos con nuestro entorno natural. En el silencio de la noche, entre crujidos, susurros y sombras, redescubrimos la magia primitiva de la vida en estado puro.